Se trata del estudio que realizó Gendarmería sobre la muerte del fiscal. Aseguran que la morfología de las manchas dan a entender que hubo un tercero esa noche en el baño de su departamento
Una pericia de Gendarmería determinó que las manchas de sangre en el cuerpo del fiscal Alberto Nisman son prueba de que al momento de su muerte hubo terceras personas en el baño de su departamento, donde fue encontrado sin vida. Según el estudio, la víctima había sido colocado por los asesinos en la posición rodilla a tierra de frente a la bañera y de costado al vanitory.
De acuerdo a lo publicado por Clarín, los más de 40 peritos en criminalística, medicina legal, análisis químicos, balística y huellas y rastros debieron este dato a la morfología de las muestras de sangre que se evaluaron en un baño de dimensiones exactas que la Gendarmería construyó en el edificio Centinela.
La Cámara Federal ratificó el procesamiento del técnico informático Diego Lagomarsino el viernes por estos resultados y también envió a juez federal Julián Ercolini y al fiscal Eduardo Taiano a investigar a ex funcionarios del gobierno kirchnerista por su presunta participación en los hechos.
Este estudio se contrapone con la versión que hasta el momento sostuvieron los peritos de Lagomarsino en la qe afirmaron que Nisman se encontraba de pie y de frente al vanitory cuando perdió la vida por el disparo de una pistola Bersa de 22 mm, que le había prestado el técnico y asesor suyo en la UFI-AMIA.
En ese informe se hace especial foco en las manchas de sangre que el fiscal presentaba en el tobillo, el short y otra encontrada en el inodoro.
(Imagen: Clarín)
En tanto, el periodista Daniel Santoro, le consultó a los peritos de la dirección de Criminalística y Estudios Forenses de la Gendarmería sobre una serie de puntos que se diferencian del primer informe, el de Lagormarsino.
La primera duda fue acerca de si la altura alcanzada por la cabeza de Nisman en posición rodilla a tierra se condice con la altura que tuvo que haber adoptado el segmento sangrante que partió del orificio de entrada de la bala en la cabeza (no hubo orificio de salida) para conformar la “franja” situada sobre la mesada, sintéticamente contestaron:
– “Rodilla a tierra o arrodillado sobre ambas piernas, la ubicación del segmento sangrante (cabeza) permitiría por su altura (1,82 medía Nisman), conformar lo que fuera denomina como “franja central” (de sangre), la que posee 22 cm de extensión aproximadamente, sobre la mesada del vanitory”.
Ante posibles interrupciones signifcativas en la «franja» de sangre sobre la mesada, los peritos afirmaron:
– “En el mencionado rastro hemático, se observan CUATRO (04) cortes, los cuales pueden deberse a diferentes factores atribuidos a la dinámica que poseía el fluido en su lanzamiento y posterior impacto en la mesada”.
Aseguraron también que la trayectoria de la sangre «tuvo que haber adoptado una dinámica del tipo parabólicadesde su fuente de origen, segmento sangrante o cabeza hacia su posición final sobre la mesada,» y que esto evidencia «una única orientación hacia el espejo, producto todo ello de la acción de la fuerza con que los gases propulsaron hacia atrás la sangre y demás componentes que dieron forma sobre la superficie de la mesada a la evidencia hemática, denominada franja central”.
(Imagen: Clarín)
Por otro lado, desmintieron que la cabeza del fiscal haya estado a 60 cm del borde de la bañera: “Se puede notar que estando en la posición de rodilla a tierra, de frente a la bañera con el torso erguido, que la cabeza debería encontrarse a unos 40 cm aproximadamente del borde externo de la bañera”.
Y aclararon: «Vale hacer mención que la cabeza de la víctima, encontrándose éste en la posición rodilla a tierra (rodilla derecha apoyada en el piso), con el torso erguido y de frente a la bañera, la altura aproximada que alcanzaría sería de unos 50 cm por sobre la mesada, por ello no habría impedimento alguno para poder adoptar un empuñamiento firme del arma. Por último, es importante aclarar que el empuñamiento del arma puede ser tanto de la víctima como por parte de un tercero, ubicado por detrás del mismo”.
Además, aseguraron que siguiendo la hipótesis de rodilla a tierra, el escurrimiento descendente de sangre observado sobre el lateral izquierdo de la remera de Nisman tendría que haber afectado el muslo izquierdo y el sector frontal izquierdo del pantalón que vestía la víctima al momento del evento «es poco probable».
«El pantalón corto de acuerdo a su longitud, se hallaría por sobre el muslo izquierdo impidiendo su alcance… (En cuanto a las manchas en el short) se infiere que la misma presenta característica de un goteado vertical pero con la particularidad de poseer una morfología ovoide que permitiría inferir que la misma posee un sentido direccional paralelo a la cintura, por tal razón ello implicaría que quien en vida se tratara del Dr. Alberto N. Nisman, se podría hallar con la pierna izquierda flexionada en concordancia con la posición de ―rodilla a tierra”, explicaron y marcaron otra disidencia con el informe de los peritos del técnico informático.
A la vez, argumentaron que la salpicadura dinámica colindante al borde del lavatorio tiene un «tiempo de producción distinto al de la franja central pero con respecto a cual pudo haber sido el mecanismo de producción, no se puede precisar con certeza pero podría atribuirse a la participación de terceras personas allí presentes, posterior a efectuar el disparo”.
El estudio encargado por el técnico informático que asegura que Nisman murió de pie, y que hubo un goteado vertical de sangre sobre la mesada y un escurrimiento a través del canto y las manijas de la cajonera del vanitory luego del disparo. Pero para Gendarmería “se trata de un patrón denominado como estático, por lo cual para que se produzca, el cuerpo de la víctima debería ser manipulado por terceras personas que se hallan en la escena del hecho, de tal forma que el cuerpo permanezca el tiempo suficiente y próximo, al borde de la mesada, provocando la caída de sangre en forma vertical.
(Imagen: Clarín)
Encontraron, también, contraposiciones en cuanto a la posibilidad de que podría haberse registrado un goteado estático vertical sobre la cara interna del tobillo de Nisman mientras este hubiese quedado adelantando a la fuente sangrante (la cabeza).
– “Es posible que se registre tal acontecimiento. Asimismo vale aclarar, que para que dicho suceso sea factible su realización, debería llevarse a cabo con la participación necesaria de terceras personas en la escena, en razón que al tratarse de un goteo vertical, entendiendo que la fuente sangrante debería encontrarse por encima de la pierna izquierda, motivo por lo cual la sujeción del cuerpo post disparo para evitar el desmoronamiento de la víctima, seria de vital importancia”.
Luego, explicaron por qué se sostiene que hubo una tercera persona: “Teniendo en cuenta de cuál sería la posición del cuerpo en el baño y más aún, que en la dinámica planteada por la secuencia fáctica por parte de la querella en representación de Iara y Kala Nisman, se sostiene que en la escena se hallaba presente una tercera persona, por lo cual se puede aseverar que la producción de esa gota en el borde superior del inodoro se imposibilitara de acuerdo a esa dinámica, por lo cual no se puede asociar a la misma con el momento del disparo” .
Hicieron, no obstante, una especial aclaración en ese punto ya que la mancha también podría por la contaminación producida por el equipo de la Policía Federal que llegó en la madrugada del 18 de enero del 2015.
Por último, Santoro preguntó si la baja altura de la cabeza que presupone la posición de rodilla a tierra hubiese permitido adoptar parábola suficiente para que algunas máculas de sangre puedan depositarse sobre el fondo del lavatorio, respondieron que: – “La altura de la cabeza (fuente sangrante) por sobre la mesada del vanitory, sería de 55 cm aproximadamente y por último, se deja constancia que todas las medidas mencionadas son aproximadas y subjetivas, en razón que la posición del cuerpo de la víctima se ve condicionada en todo momento, por la presencia de la sustancia -Ketamina- detectada en el cuerpo de quien en vida fuera el Dr. Alberto Natalio Nisman como así también a la manipulación de terceras personas presentes en el lugar del hecho”.